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TRANSFORMACIÓN| 31.03.2021

Viajes y turismo: el futuro tras la COVID-19

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2020 trajo la parálisis total al transporte y el turismo. Hoy, lejos del final de la pandemia, los expertos pronostican una profunda transformación del sector. 

Las compañías de toda índole –también las turísticas y de viajes- se encuentran inmersas desde hace años en la llamada transformación digital. La sociedad, además, pide de ellas que sean más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Sobre todos estos requerimientos, el sector de los viajes y el turismo lleva años preparándose para ofrecer servicios más seguros, más accesibles y más asequibles.

Entonces, la pandemia del coronavirus golpeó y todo lo aprendido hasta entonces pasó a segundo plano. Durante meses hemos tenido que mantenernos en nuestras casas, en nuestras ciudades o en nuestras regiones. En España, la llegada de turistas se redujo un 77% en 2020, con tan solo 19 millones de visitantes, una cifra que no había conocido el país desde el año 1969.

¿Qué podemos esperar del futuro de los viajes, ahora que vemos la luz al final del túnel con las vacunaciones masivas?

Turismo para un consumidor implicado

Ya en octubre de 2020, National Geographic decía que la industria de los viajes y el turismo había perdido 8 billones de dólares por culpa de la pandemia. Por ese lado, la propia revista ha propuesto una serie de cambios trascendentales para el futuro del sector, todos desde el punto de vista del viajero.

En primer lugar, hablamos de un turista concienciado con el medio ambiente, que pone la sostenibilidad por encima de todo: la pandemia no ha podido con esta preocupación global, se espera que los viajeros estén más concienciados con este problema y busquen políticas de viaje responsable. Por ejemplo, Lonely Planet recoge la intención de la ciudad de Valencia de medir la huella de carbono dejada por el turismo; o Engadget habla de la intención de la Unión Europea de contabilizar y etiquetar las emisiones de carbono de los vuelos.

Hace tiempo que las grandes compañías y marcas son conscientes de que el cliente busca en ellos un reflejo y alineamiento con sus valores. Por eso, encontraremos viajes más inclusivos: otra señal de que la pandemia no puede con las luchas sociales. En este caso estamos hablando de movimientos sociales por derechos humanos. National Geographic pone como ejemplo las visitas guiadas de museos norteamericanos, en los que se habla de “cuestiones históricas dolorosas, como el racismo en EE.UU.”.

Otro ejercicio de conciencia es el de otorgarle más importancia a las pequeñas comunidades, especialmente tras el efecto negativo de la pandemia: se habla de turismo de impacto positivo. En España se ha apuntado al turismo local, especialmente en la llamada España Vaciada. Otro ejemplo es Impact Travel Alliance, una organización sin ánimo de lucro que busca mejorar el mundo a través de un turismo sostenible y que apoya el negocio local.

Turismo para un consumidor previsor

En general, el turista que emergerá tras la pandemia, no solo será más consciente de su entorno, sino de su propia forma de enfrentarse a los viajes. Por eso hablamos de la calidad sobre la cantidad: la pandemia nos ha hecho reflexionar cómo y por qué queremos viajar, los viajes –sobre todo de larga distancia- serán mejor preparados y realizados con menor frecuencia. Travel Perk, en unas predicciones de marzo de 2020, lo achaca a las complicaciones del viaje tras la pandemia: más de un pasaporte (posiblemente), temporadas de viaje más caras y mayores controles en aeropuertos, entre otras.

Este es uno de los motivos por los que vuelve con fuerza el viaje por carretera: los vuelos se abarataron y los destinos cada vez eran más lejanos, pero las restricciones de movimiento nacionales nos han hecho valorar de nuevo el viaje por carretera a lugares no tan remotos. Y en esos viajes por carretera, tenemos muy en cuenta el estar más cerca de casa. Euronews habla de una necesidad de escapismo tras los confinamientos, pero a lugares más cercanos, pues la coyuntura nos ha hecho ser más cautelosos.

Finalmente, National Geographic puntualiza que los asesores de viajes se han vuelto imprescindibles: regresa la confianza en agentes de viajes y operadores turísticos, por ofrecer conocimiento y conexiones en la industria, que al final compensan las cantidades abonadas en comisiones. No obstante, planificar los viajes nos volverá a traer alegría, con la expectativa de regresar de alguna forma a la vida vivida antes del coronavirus.

Turismo para la industria en transformación

Todos los días vemos noticias sobre un posible “pasaporte COVID” o pasaporte sanitario, que otorgará la libertad de viajar a las personas vacunadas. En Europa aún no se han puesto de acuerdo en el diseño de un certificado así, mientras en China sí se han lanzado a utilizar esta fórmula para reactivar el turismo y frenar la pandemia.

A este respecto no sabemos si se tomarán medidas similares en los países occidentales, pero lo que sí conocemos son las propuestas para la transformación. McKinsey & Company refleja el cambio en cuatro puntos:

  • Optimización de las interfaces público-privadas a través de un centro neurálgico del turismo;
  • Experimentar con nuevos mecanismos de financiación;
  • Asegurar una comunicación transparente sobre los protocolos;
  • Habilitar una transformación digital y de datos dentro del sector turístico.

Todas las empresas están pisando el acelerador para adaptarse a esta nueva situación, como ya lo hicieron con la transformación digital. Esto no solo es motivo de problemas, sino que augura un horizonte de retos nuevos. Por ejemplo, a través de la aparición de startups que cubren nuevas necesidades como Bespoke, que ofrece bots conversacionales de inteligencia artificial para automatizar las transacciones eliminando el contacto, o Sitata, una plataforma móvil que brinda a los viajeros consejos de salud y seguridad previos al viaje, así como seguimiento en tiempo real de las interrupciones del viaje.

Dice Euronews que Europa es el primer destino a nivel global, que el turismo supone el 10% del PIB de la Unión Europea, con 2.4 millones de empresas del sector. En definitiva, para salvar este gigantesco sector se están aplicando muchas medidas como, por ejemplo, el servicio Re-OPEN EU, una web con aplicación móvil propia que “ofrece a los turistas y viajeros la información relevante para mantenerse seguro en la UE”.