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INNOVACIÓN| 23.06.2023

El ejercicio físico ayuda a la curación de niños con cáncer gracias a Unoentrecienmil

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La Aceleradora Unoentrecienmil, una de las ganadoras de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social, es un proyecto que incorpora la actividad física a los tratamientos de leucemia infantil. No es solo una medida para hacer más llevadera la enfermedad y la estancia hospitalaria, ni una herramienta para mejorar el bienestar emocional de pacientes y familias; en este proyecto, el ejercicio es parte integral del tratamiento, que ayuda a la curación y recuperación de los menores.

La leucemia es el tipo de cáncer más extendido entre la población infantil. Su estudio ha avanzado mucho y presenta en general unas altas tasas de supervivencia, pero los tratamientos empleados, principalmente la quimioterapia, tienen unas repercusiones muy negativas. Los niños suelen quedar muy débiles, con hospitalizaciones que se pueden prolongar durante meses en los que los pacientes permanecen en la cama, empeorando su estado físico, además de perder el contacto con la realidad de chicos y chicas de su edad.

Los datos muestran que el ejercicio funciona: acorta un 17% las hospitalizaciones

Frente a esta enfermedad, de la que solo en España se diagnostican 1.400 nuevos casos al año, la única manera de conseguir frenarla es la investigación científica. “Trabajamos para impulsar la curación del cáncer infantil, concretamente la leucemia. Eso solo se puede hacer a través de la investigación, no hay atajos”, explica Elena Huarte Mendicoa, directora general de la Fundación Unoentrecienmil.

Con ese objetivo en mente, entre 2018 y 2020 la fundación llevó a cabo una investigación cuya principal conclusión es una gran noticia para los niños que sufren leucemia: realizar ejercicio físico puede acortar el periodo de hospitalización un 17%, al reforzar el sistema inmunológico de los menores, lo que hace que su cuerpo esté mejor preparado para recibir el tratamiento. También tiene efecto cardioprotector, evitando muchas de las cardiopatías asociadas a la quimioterapia, mejora la fuerza muscular y la capacidad de recuperación, y atenúa los efectos secundarios de la quimioterapia.

Una vez obtenidos estos esperanzadores resultados, el siguiente paso era llevarlos a la práctica. Se creó así la Aceleradora Unoentrecienmil, la primera unidad de terapia no farmacológica de España, inaugurada en marzo en el hospital de La Paz de Madrid. La iniciativa se compone de tres elementos:

  • Un espacio físico

Dividido a su vez en una zona para el calentamiento previo, con elementos relacionados con el deporte y el juego, donde se favorece la relación social para crear adherencia a la terapia; la zona de ejercicio dirigido, con máquinas de gimnasio que pueden adaptar el deporte a las necesidades de cada paciente; y la zona de laboratorio, con maquinaria para medir el estado de salud cardiovascular del paciente y recoger todo tipo de datos.

  • Una aplicación tecnológica

Por un lado, la app será una herramienta para los terapeutas, que podrán pautar correctamente los ejercicios, registrar los resultados y programar nuevas sesiones. Del lado del paciente, su objetivo es conseguir una parte fundamental, la adherencia al programa, enganchando al niño con una experiencia gamificada para que siga todos los ejercicios pautados, y facilitando que pueda hacerlos también desde su casa.

  • Un proyecto de investigación

Hasta ahora, el impacto del ejercicio en pacientes oncológicos se había investigado más en adultos, para quienes la prescripción de actividad física ya es habitual. “Queríamos arrancar este camino para poner el foco en cómo estas terapias pueden ayudar también a los niños, no solo a los adultos”, cuenta Elena Huarte Mendicoa, directora general de Unoentrecienmil. Los datos de la Aceleradora servirán para ampliar el conocimiento científico en este campo.

 

Una mejora física y emocional para los niños

La unidad está integrada por un equipo multidisciplinar de oncólogos, pediatras, enfermeras y expertos en educación infantil y juvenil, y también forman parte de él, como actores principales, los pacientes y sus familias. Tras observar su funcionamiento, sus responsables están contentos con los efectos en los pacientes: “El impacto es brutal”, cuenta la directora general de Unoentrecienmil.

“Es increíble poder dar acceso a niños con cáncer infantil a una terapia no farmacológica, que no da ningún tipo de efectos secundarios, que complementa y ayuda a su terapia farmacológica habitual. Ayuda a estos niños a sentirse mejor, a salir antes del hospital, tienen menos problemas de corazón, palía los efectos secundarios de la quimio, los niños tienen ganas de hacer ejercicio y no de quedarse en su cama…”, explica Elena Huarte.

Y es que sus beneficios no son solo a nivel físico, también se dan a nivel emocional y psicosocial. El espacio físico de la Aceleradora habilita un lugar de encuentro para los niños, que retoman así unas necesarias relaciones que pierden en muchos casos con sus compañeros y amigos del colegio. El deporte mezclado con el juego supone otra motivación para los niños, y les mantiene más alejados de la realidad de su estancia en el hospital, especialmente dura en esas edades.

Aunque el proyecto ha arrancado en el hospital madrileño de La Paz, su vocación es extenderse a más hospitales, algo posible gracias en buena medida a la aplicación digital, que hace replicable el modelo. En España hay 49 hospitales que se dedican a la oncología pediátrica, aunque solo ocho de ellos tienen algún espacio dedicado al ejercicio físico.

 

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