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TRANSFORMACIÓN| 17.03.2021

Iris Córdoba: “La tecnología ha democratizado el acceso al deporte y el bienestar”

Marta Villalba

Marta Villalba

Distinguida dos veces como una de las mujeres más influyentes en el deporte, Iris Córdoba (Buenos Aires, 1975) ha sido testigo del gran aumento de la presencia femenina en esta industria, desde su atalaya como directora del Global Sports Innovation Center powered by Microsoft (GSIC).

A través de este centro, que funciona con una filosofía de clúster empresarial sin ánimo de lucro, ella misma predica con el ejemplo e intenta dar la máxima visibilidad a las mujeres que hay detrás de las compañías que forman parte de su ecosistema. En 2015, cuando se abrió el GSIC, la invitaban a eventos para darle un toque femenino. Hoy, nunca asiste a los que no cuentan con la participación de otras mujeres. “Sea en el deporte o no, debemos inspirar a las niñas para que puedan llegar hasta donde quieran”.

A la vez que se ha incrementado la intervención de las mujeres, la responsable del GSIC también ha vivido la evolución de la tecnología relacionada con el deporte, siendo parte activa de ella. Su objetivo: intentar “reducir la brecha entre grandes y pequeños, y generar oportunidades y nuevos modelos de negocio en esta industria”. Tanto a nivel de negocio como de deportivo.

En esta línea y como sucede en muchos otros ámbitos, Big Data se impone para medir el rendimiento y tomar decisiones en función de los datos. En lo que se refiere a negocio, está orientado a la gestión misma del deporte (relación con patrocinadores y aficionados, venta de derechos…), con el fin de crecer mediante el engagement (compromiso) con diferentes acciones.

La transformación digital —explica— da la posibilidad de generar nuevas fuentes de ingresos y mejorar la relación con los fans al poderles ofrecer más experiencias (y personalizadas), así como conocer mejor sus gustos: qué, cómo y dónde consumen. “Hoy el aficionado es multidispositivo. Cuando está viendo el partido y está utilizando una tableta, un reloj inteligente o sus redes sociales, es generador de contenidos. Por lo tanto, poder conocer sus preferencias nos permite fidelizarlo. Y, a la vez, ofrecer información a nuestros patrocinadores y, por ende, aumentar el valor de nuestra relación con ellos, pero también simplificar y agilizar procesos del día a día dentro de una entidad deportiva”, señala Iris Córdoba.

 

“La tecnología ha democratizado el acceso, ya no es solamente algo exclusivo para los clubes de primera o para el deportista profesional”

Adaptación a la Covid-19: para ponerle freno y como alternativa a los gimnasios

Inevitablemente, la pandemia ha obligado a integrar tecnologías para intentar evitar los contagios y aportar seguridad. Una de las labores del GSIC ha sido detectar soluciones para apoyar a las entidades deportivas a partir de tecnologías ya existentes.

Así, técnicas de machine learning y visión artificial —ya utilizadas en sistemas como el videoarbitraje (VAR)— con biometría facial están permitiendo conocer, por ejemplo, quiénes llevan mascarilla o no. Otras soluciones con cámaras termográficas sirven para tomar la temperatura, prevenir lesiones y medir el distanciamiento social en un estadio o en una piscina.

Iris Córdoba precisa que el confinamiento lo que más ha impulsado es todo lo relacionado con el bienestar: “La tecnología ha democratizado el acceso, ya no es solamente algo exclusivo para los clubes de primera o para el deportista profesional, sino que hoy muchos llevan un reloj inteligente en nuestras manos que cuenta los pasos o una camiseta con tejido de secado rápido o vamos a un gimnasio donde con nuestra llave abrimos la taquilla, nos damos de alta, reservamos en una app la clase, tenemos una plataforma  para seguir al profesor… Esto abre la oportunidad de que la innovación y la tecnología lleguen, desde el deporte base, hasta el área de bienestar y wellness, a nivel de salud, y a la práctica deportiva en general”.

Es más, este auge del bienestar en línea y el telefitness han llegado para quedarse: entre el 60 y el 80 por ciento de los consumidores estadounidenses dicen que probablemente seguirán utilizando sus dispositivos favoritos para entrenar después de la pandemia, según un estudio de McKinsey.

Como directora de un centro especializado que es punto de encuentro entre agentes de tecnología y deporte, Iris Córdoba ve la realidad virtual y la realidad aumentada como dos aliadas para el futuro, tanto en lo que se refiere a entrenar para mejorar el rendimiento como a experiencias de entretenimiento sin moverse de casa. Uniendo realidad virtual con streaming ya es posible disfrutar de una competición deportiva en tiempo real desde el sillón del salón uno solo o con un amigo. “Estas tecnologías tienen mucho recorrido a nivel de implementación y de monetización”.

Asimismo, en el seno del GSIC han llevado a cabo numerosos proyectos para hacer el deporte más inclusivo a nivel de práctica y también de experiencia del aficionado. Entre ellos, uno para que personas invidentes puedan seguir un partido con braille en la tableta. O que personas con autismo oigan el partido, sin el bullicio habitual del público en cualquier estadio, en salas adaptadas a las necesidades. “Existen muchas opciones inclusivas para que todos podamos sentir la emoción y los valores que nos brinda el deporte”.