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SALUD| 09.12.2020

Las vacunas, una carrera de resistencia

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En un debate online de la Fundación Alternativas moderado por Mariano Barbacid, jefe de Oncología del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y dinamizado por el periodista científico y vicepresidente de la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS), Emilio de Benito, un grupo de reputados expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) analizó la situación actual, en vísperas de la autorización al uso de la vacuna de Pfizer y BioNTech.

Luis Enjuanes, investigador del CSIC en el CNB-CSIC y director del laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB); Vicente Larraga, investigador del CSIC en el CIB-CSIC (Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas); Mariano Esteban, investigador del CSIC en el CNB-CSIC y Jefe del Grupo de Poxvirus y Vacunas, y Margarita del Val, investigadora del CSIC en el CBM-CSIC-UAM (Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, centro mixto del CSIC y la UAM), debatieron y analizaron los escenarios para la esperada vacuna contra la Covid-19.

El propio Consejo, a través de distintos equipos con Enjuanes, Esteban y Larraga al frente, lidera tres proyectos de vacuna para la Covid-19, y uno de ellos -el de Mariano Esteban-, el más avanzado, ya está en fase clínica a la espera de autorizaciones de las autoridades española y europea.

“Es importante que las vacunas enseñen al cuerpo infectado a reconocer las partículas contagiadas”, explicaba Margarita Del Val, quien junto al resto de investigadores coincidió en señalar que serán necesarias varias vacunas y es el momento de contribuir desde la ciencia española. Las vacunas, como en una carrera de resistencia, se van sucediendo unas a otras y van mejorando a las anteriores. “Esto es más importante aún en una pandemia global como ésta”, explicaron. 

 

Velocidad y recursos 

A la pregunta de por qué las españolas van más despacio que otras como las de Moderna, Johnson & Johnson o Pfizer, admitieron que sus centros están saturados, porque son de muy alta calidad, y es difícil que les dupliquen el espacio. Hay una diferencia de infraestructura y también económica, y si bien cuenta con fuentes de financiación -Unión Europea, Gobierno, instituciones extranjeras y donaciones empresariales como la de MAPFRE de 5 millones de euros anunciada ya en marzo para contribuir a acelerar la investigación– el CSIC necesitará, en adelante, nuevos recursos.

La vacuna, explicaron, protegerá a la persona vacunada y si la eficacia de la vacuna fuera del 100%, sería suficiente con administrarla al 60 o 70% de la población, pero si ésta bajara al 50% habría que vacunar al mayor número posible para procurar una inmunidad colectiva. El propio Enjuanes confía en vacunarse cuando haya un tratamiento autorizado en España. “Si es esterilizante, si protege de síntomas, hospitalización y muerte, se podrá analizar cuando tengamos toda la información a disposición de la comunidad científica”, apuntó en referencia a los anuncios recientes sobre algunas de las vacunas en liza.

Distintas vacunas para distintos grupos de población 

Nunca en la Historia se había asistido a una carrera científica tan ajustada y a unos avances como los que el mundo sigue a diario, casi en tiempo real. Veremos la de Johnson & Johnson, la rusa, las chinas y varias más. Para Enjuanes, la más recomendable es occidental y aquélla que haya ido precedida del máximo nivel de datos aportados a la comunidad científica. “Hay un amplio repertorio de vacunas. Esperamos una protección elevada”, aseguran los científicos, a través de lo que se conoce como prime boost, la primera inmunización con una vacuna, a la que deberá seguir otra posterior. “La variedad nos permitirá combinar y alternar”, coincidieron Enjuanes y Esteban.

A partir de mediados de diciembre, Margarita Del Val espera la campaña vacunación en Estados Unidos. A pesar del prudente optimismo, muchos expertos siguen admitiendo que las primeras vacunas no serán perfectas y no conseguirán doblegar en poco tiempo al coronavirus. Pero este período sí será crucial para la competitividad de las empresas españolas y para lograr una tecnología nacional a la altura de las necesidades.