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ECONOMÍA| 15.02.2024

Los dividendos, la “joya” de la Bolsa española

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Wall Street es uno de los parqués preferidos de inversores de todo el mundo, al ser donde cotizan compañías conocidas por todos, como Alphabet, Netflix o Microsoft. Sin embargo, pocos saben que hay gigantes de la renta variable estadounidense, como Amazon, que carecen de algo que en España abunda: el dividendo. De hecho, si algo tiene la Bolsa española es que es de las pocas del mundo que es una ‘joya’ para los cazadores de dividendo. Nuestro mercado, junto a otros como Australia, es conocido en la industria financiera por los pagos con los que retribuye a sus accionistas.

El dividendo es la parte del beneficio de la empresa que la compañía en cuestión decide pagar a sus accionistas en forma de retribución. Una especie de incentivo para atraer inversores, pero también para retenerlos. Cobrar dividendos es una manera de rentabilizar una inversión en renta variable. La otra es esperar a que las acciones suban en Bolsa.

Máximos históricos en la Bolsa española gracias a los dividendos

Muchos titulares en España se centran en cómo al otro lado del Atlántico los índices y las compañías cotizadas en Wall Street baten máximo histórico tras máximo histórico. Sin embargo, hay un índice que también está en su nivel más alto: el Ibex Total Return, la ‘versión’ del índice Ibex que incluye dividendos.

Este selectivo incluye los dividendos a la hora de realizar el cálculo del valor del índice. España es uno de los países europeos que más dividendos reparte, y es por eso que, cuando los dividendos se incluyen en el Ibex, su valor se dispara.

La Bolsa española ha repartido 27.443 millones de euros en dividendos en 2023 hasta el mes de noviembre, un 18,8% más respecto al mismo periodo del año anterior, según el informe de mercado 2023 de BME. En términos relativos: la rentabilidad por dividendo del Ibex fue del 4,1% a cierre de octubre 2023. Esto significa que, de media, cada acción española da un dividendo equivalente al 4% del precio de esa acción. O lo que es lo mismo: cada año ese accionista habrá generado un 4% de rentabilidad gracias al cobro de dividendos.

La rentabilidad por dividendo es una de las métricas más utilizadas por los expertos en la industria financiera para comparar a empresas entre sí. Si continuamos con la comparativa con Wall Street, cabe destacar que empresas como Amazon no dan ningún dividendo, y otras, como Apple, tienen una rentabilidad por dividendo del 0,5%. Mientras tanto, la de empresas españolas es mayor: MAPFRE cuenta con un 7,7%.

La aseguradora es una de las empresas españolas con mejor rentabilidad por dividendo. Fernando Mata, director financiero de la compañía, siempre ha puesto en valor el compromiso de MAPFRE con la retribución al accionista. De hecho, el ejecutivo dijo ya en 2022 que se habían repartido hasta entonces 4.200 millones de euros en dividendos, siempre en efectivo, lo que equivalía al 80% de la capitalización bursátil de la aseguradora en ese momento.

INVERTIR EN DIVIDENDOS

Fuente: Informe de mercado 2023 de BME

Este año, la aseguradora ha decidido aumentar el dividendo por acción hasta los 15 céntimos, respecto a los 14,5 céntimos que se han repartido en los últimos años. Así, el importe total a cargo del ejercicio 2023 es de 462 millones de euros.

Claves para invertir en dividendos

En el universo de inversión en dividendos hay decenas de conceptos necesarios para hacer la mejor selección de compañías. Además de la rentabilidad por dividendo, lo primero que debe hacer un inversor es interiorizar qué es exactamente el dividendo. El dividendo es la manera en la que una empresa retribuye a sus accionistas y la cuantía de esa retribución parte de los beneficios de la compañía. Pero, ¿todos los beneficios de una empresa se reparten entre los accionistas como dividendo? La respuesta es ‘no siempre’.

Aquí surge el concepto del ‘payout’, que es el porcentaje de los beneficios de una empresa que esta decide repartir entre sus accionistas. Compañías como MAPFRE consideran la estabilidad del ‘payout’ como uno de sus principales compromisos con el inversor. En el caso de la aseguradora, ese ‘payout’ ha oscilado en un rango de entre el 60% y más del 80% en los últimos años.

El dividendo que reparte una empresa puede tomar dos formas: efectivo o ‘scrip dividend’. El efectivo es el formato más simple y, por ello, uno de los más codiciados por los inversores. Aquí la empresa reparte el dividendo haciendo un pago en efectivo a sus accionistas, y es el formato elegido por MAPFRE.

Por su parte, la particularidad del ‘scrip dividend’ reside en que en lugar de hacer esa retribución con dinero, la empresa entrega a sus accionistas un número de acciones cuyo valor equivale al dividendo a percibir.

Otra de las claves para invertir en dividendos consiste en saber cuándo empieza y cuándo termina el derecho del inversor a recibir esa retribución. Aquí hay dos fechas clave: la fecha ex-date o ex-dividendo y la fecha de registro.

La más importante es la fecha ‘ex-date’ o ex-dividendo: es el día en el que la acción en cuestión empieza a cotizar sin derecho a cobrar el dividendo. Si un inversor adquiere una acción en la fecha ‘ex-date’, no tendrá derecho a esa retribución. Por lo tanto, todo ahorrador que busque cobrar un dividendo deberá comprar la acción en cuestión antes de la fecha ‘ex-date’.

Esta fecha se establece en función de otra que también es importante: la fecha de registro, que es el día que la empresa escoge para registrar a todos los accionistas que recibirán el dividendo. Típicamente la fecha ‘ex-date’ se establece un día laboral antes de la fecha de registro.

En resumen, el universo de los dividendos es tan jugoso como complejo, por eso es vital conocer conceptos como el ‘payout’ y su estabilidad, la rentabilidad por dividendo o el formato en que se realiza ese pago (efectivo o ‘scrip dividend’).

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