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SALUD| 20.09.2023

La tecnología, una ayuda en el tratamiento de la salud mental

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Los problemas de salud mental son actualmente una de las grandes inquietudes entre la población, con una dimensión a la que ya se le está empezando a reconocer su importancia. A medida que ha aumentado la concienciación al respecto, también han surgido nuevas terapias y enfoques. Uno de ellos es el empleo de la digitalización y la tecnología, que, con acompañamiento profesional, puede ser una valiosa herramienta y mejorar aspectos como la accesibilidad o la efectividad de ciertos tratamientos.

La telemedicina ya es una realidad en el ámbito sanitario, aunque con un nivel de aplicación y unas posibilidades que, por el momento, son mucho mayores en ciertos campos. La psiquiatría y la psicología se encuentran entre los que más se han beneficiado de ella, junto a otros como la radiología o la dermatología, ambas con un gran peso del diagnóstico por imagen. En psiquiatría y psicología, la digitalización tiene un amplio recorrido y se abre paso en las consultas, los tratamientos y la investigación.

“A través de la tecnología se trabaja en el área de salud mental para avanzar la investigación en la detección temprana de trastornos, mejorar la personalización de las intervenciones y ofrecer apoyo a un mayor porcentaje de la población”, afirma Alma Fernández, directora médica de Savia, la plataforma de telemedicina de MAPFRE.

Realidad virtual y videoconsultas frente a fobias

Existen trastornos específicos en los que son muy beneficiosas las terapias en forma de videoconsulta. En particular, casos de fobias sociales y problemas de agorafobia, porque hacen que el paciente, desde un entorno en el que se sienta más seguro, pueda comunicarse con mayor facilidad y apertura con quien lleva a cabo la psicoterapia. Y en general, cuando la comunicación cada vez se da más a través de las pantallas, especialmente entre los más jóvenes, las sesiones online pueden resultar más cómodas para expresarse.

Por otro lado, las dos últimas décadas han sido testigos de la aparición de la realidad virtual como una herramienta útil para el tratamiento y la investigación en los trastornos mentales, creando entornos interactivos “donde las personas pueden experimentar repetidamente sus situaciones problemáticas y aprender, a través de tratamientos psicológicos basados en la evidencia, cómo superar esas dificultades”, cuenta la directora médica de Savia.

La realidad virtual ha permitido llevar a cabo tratamientos contra fobias específicas como la agorafobia, el mal de alturas o el miedo a ciertos insectos, por ejemplo. Así, un paciente con estos trastornos se expone a su miedo dentro de un escenario simulado, lo que puede resultar de gran utilidad porque es inmersivo y realista, pero al mismo tiempo se trata de un entorno controlado y seguro. Alma Fernández cree que “los resultados podrían mejorar en el futuro, por la capacidad de la tecnología para crear nuevas realidades”.

También se encuentran entre las aplicaciones de la tecnología en salud mental los dispositivos wearables, que capturan información de las interacciones y el comportamiento de un individuo, con el fin de cuantificar su respuesta o evolución ante un padecimiento específico, por ejemplo en sus relaciones sociales o hábitos diarios.

En los últimos años, han surgido un gran número de apps relacionadas con la salud mental. Esta categoría engloba a muchas aplicaciones, ya que las hay desde las que sirven simplemente para ayudar a mantener rutinas más saludables a otras más orientadas a las psicoterapias. Estas aplicaciones pueden ser útiles, pero, en lo que respecta a los tratamientos, los expertos advierten de que es clave que estén respaldadas por profesionales. También su aval científico o la protección de la privacidad del usuario son cuentas pendientes de una tecnología que acaba de arrancar.

Mayor acceso a la ayuda profesional

La salud mental sigue estando estigmatizada y a menudo es considera un tabú. Esto frena a muchas personas a buscar terapia o asesoramiento tradicional cara a cara, y es aquí donde la psicoterapia online tiene una de sus grandes ventajas. Además, tras el aumento de trastornos que se produjo durante la pandemia -especialmente de ansiedad y depresión, los más comunes-, es cada vez más evidente la escasez de recursos humanos con que cuenta la salud mental y las dificultades de acceso de muchas personas. Y en este punto, la tecnología puede ser una gran facilitadora, asegura Alma Fernández.

 “Es muy importante trabajar la accesibilidad de estas herramientas, porque siguen existiendo muchas barreras. Dicen los expertos que la tecnología debe ser creada con el fin de mejorar nuestra vida sin ella. Y actualmente siguen existiendo muchas barreras para el uso de los servicios médicos digitales. Por eso tenemos que innovar escuchando a quienes van a hacer uso de la tecnología, sanitarios y pacientes, apostando por ofrecer servicios personalizados y utilizar nuestras capacidades para ayudar a las personas a asumir hábitos de vida más saludables”, defiende la directora médica de Savia.

La mayor accesibilidad se traduce en la disponibilidad de especialistas en diversos campos. Hay casos que pueden necesitar, por ejemplo, un experto en trastornos alimentarios en la adolescencia, que quizás se encuentre en una ciudad a cientos de kilómetros del paciente. Plataformas como Savia permiten segmentar por criterios como la edad del paciente, el trastorno que sufre o el tipo de terapia, se puede tener acceso al especialista más adecuado desde cualquier sitio. Al no estar limitados a un área geográfica concreta, la cartera de profesionales se amplía, y el paciente tiene acceso a un mayor número de ellos y a un mayor grado de especialización, lo que favorece una atención más personalizada.

Otra de las principales barreras para la atención en salud mental es la económica. Para ofrecer unos buenos resultados, un tratamiento suele necesitar sesiones periódicas a lo largo de un cierto tiempo, por lo que su coste se puede convertir en un obstáculo para su seguimiento. Las consultas online pueden ofrecer, en función del caso, un coste menor sin que se altere la naturaleza y la efectividad de la terapia. No obstante, aunque la aparición de una mayor oferta con nuevos modelos digitales las haga más asequibles, no se debe olvidar la importancia de que las soluciones sean profesionales.

 

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