¿Cómo marcarnos objetivos a la hora de entrenar?
Desde MAPFRE nos involucramos en ayudarte a conseguir todos aquellos objetivos que te propongas. En este artículo te ayudamos a preparar tu entrenamiento y te damos los consejos con los que conseguirás llegar a la meta de una manera saludable.
El 59,6% de la población española practica deporte de manera habitual. Y es que hacer ejercicio debe formar parte de nuestra rutina diaria por sus múltiples beneficios para la salud. Pero, a veces, nos podemos estancar y no notar progresos físicos. ¿Cómo puedes marcar tus objetivos de entrenamiento?
Todo entrenamiento necesita un propósito, una meta. Sea yoga, fitness, running, baile o cualquier otro deporte, debes marcarte un objetivo que alcanzarás de manera progresiva. Te contamos cómo lograrlo.
Planifica tus entrenamientos
Planificar tus entrenamientos semanales es una buena manera de empezar a alcanzar tus objetivos paulatinamente. De hecho, tus esfuerzos deberán ir in crescendo a medida que avance el tiempo.
- Establece los días de la semana que vas a entrenar
La frecuencia semanal dependerá de tu estado físico, tu edad y la fecha estimada en que te gustaría alcanzar tus objetivos.
Practicar deporte debe ser un momento de desconexión, por lo que es mejor realizar tus entrenamientos con el suficiente tiempo para poder disfrutarlo.
- Márcate pequeños objetivos diarios
Una vez sepas qué días y en qué horarios vas a entrenar, define qué ejercicios realizarás cada día, cuántas repeticiones de cada serie y qué intensidad o peso requiere, en caso de que tu deporte lo implique.
- Comprueba tu estado
Al finalizar los entrenamientos sé autocrítico y ajusta tu planificación según tus capacidades físicas. No esperes llegar a tu objetivo en dos días, deberás ser realista con los tempos.
Más adelante te contaremos cuáles son los motivos por los que no debes realizar sobreesfuerzos, entre ellos, las lesiones graves.
- Prepara el material
En caso de que tus ejercicios requieran materiales complementarios, como pesas, balones, poleas, o cualquier otro tipo de accesorio, es recomendable dejarlos preparados y cerca de tu alcance antes de comenzar con tu entrenamiento, así te asegurarás de que cuentas con todo el material necesario y solamente tendrás que preocuparte por realizar los ejercicios correctamente.
Entrena con moderación
Hacer deporte es cuidar de tu salud y bienestar, pero un sobreesfuerzo, un ejercicio mal realizado y un entrenamiento demasiado intenso puede conllevar lesiones que te impedirán conseguir tu objetivo. Por eso, es importante moderar tus ejercicios e ir intensificando el esfuerzo de manera progresiva. Por el contrario, si entrenas en una menor intensidad, simplemente tardarás más en lograr tu meta. La clave está en encontrar la intensidad adecuada y adaptada a las condiciones de cada uno.
- Consulta a un profesional certificado
Te recomendamos contar con asesoramiento deportivo profesional antes de empezar tu nueva rutina de ejercicios. Ellos repartirán tus entrenamientos de manera compensada para evitar lesiones y, además, te enseñarán a realizar los ejercicios de manera correcta y óptima para maximizar los resultados.
- Acude a tu médico en caso necesario
En caso de molestia o dolor durante tu entrenamiento, deberás cesar la práctica y acudir a tu centro de salud para no agravar la lesión. Cuidarse también implica acudir a profesionales como fisioterapeutas, osteópatas o masajistas entre otros, siempre certificados, que puedan contribuir a tu bienestar físico para que llegues en estado perfecto a tu siguiente entrenamiento.
Combina deportes
“Mens sana in corpore sano” se refiere al bienestar general, debemos contar con buena forma física y mental. Una buena idea es combinar tus entrenamientos con otros ejercicios mentales de relajación como mindfulness, yoga o taichí entre otros.
Alimentación saludable
Ahora que ya sabes cómo debes planificar tus entrenamientos para alcanzar tus objetivos, te proponemos que cuides también tu alimentación.
- Sigue una dieta equilibrada
Acompaña tus ejercicios de una buena alimentación equilibrada y saludable. Comer bien antes y después de tu entrenamiento es fundamental para mantenerte sano e, incluso, también para evitar lesiones. En otro artículo ya te contamos algunas pautas de nutrición deportiva que te ayudarán en tu día a día, así como a conseguir todos los objetivos de bienestar que te propongas.
Existen algunos mitos en relación con la alimentación que son perjudiciales. Por ejemplo, no todas las grasas son malas. Existen grasas saludables que son imprescindibles para nuestra salud por los beneficios que aportan: ayudan a la absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E y K, que tienen un papel muy relevante en el correcto funcionamiento de las hormonas y ciertas células.
Algunos de los alimentos que contienen grasas saludables son: aceite de oliva, aguacate, almendras, avellanas, anacardos o pescado azul. En cambio, debemos evitar las bollerías y helados industriales, galletas y frituras.
Te recomendamos contar con asesoramiento nutricional que te paute los alimentos necesarios para ti, acorde con tus entrenamientos para seguir progresando y lograr alcanzar correctamente tus objetivos de bienestar.
- Hidrátate
La buena hidratación es fundamental para tu organismo, ya que regula tu temperatura corporal y hace posibles algunas de las reacciones químicas más importantes: te ayuda a hacer la digestión y a asimilar los nutrientes de tus comidas.
Durante el deporte, es muy importante hidratarse, no solamente en verano, sino durante todo el año, para evitar una deshidratación a consecuencia del esfuerzo. Lo ideal es hidratarse antes, durante y después de tu entrenamiento
Además de beber agua, hay ciertos alimentos que también contribuyen a mantenerte hidratado, como la sandía, la manzana, las espinacas, la lechuga, el kiwi o las uvas entre otras. Puedes incluirlos en tu dieta preentrenamiento y postentrenamiento. Además, estos alimentos te aportarán otros beneficios como potasio, fibra, vitamina C y muchos más.
En resumen, para lograr tus objetivos deportivos debes, por un lado, planificar correctamente tus entrenamientos, es decir, de manera progresiva y estableciendo previamente qué días vas a entrenar y qué ejercicios vas a realizar, sin olvidar que debes adaptarlos a tu forma física para evitar posibles lesiones. Asimismo, puedes combinar tus entrenamientos con otras prácticas más relajantes, como mindfulness o yoga. Y, por último, aunque igual de importante, mantener una dieta equilibrada centrada en alimentos saludables de todo tipo.
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