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INNOVACIÓN| 30.09.2021

Savia nueva (y brillante) para el ecosistema insurtech: así son los emprendedores del futuro

Marta Villalba

Neus Martínez

A universidades y empresas les une un fin común: trabajar las ideas, buscar fórmulas para responder a las necesidades del mercado y conquistar un espacio. El mundo universitario aporta la frescura y el talento sin los vicios del sector; las grandes corporaciones ceden el profundo conocimiento de este. El triunfo está en unir ambos aspectos. En diseñar programas como el Insurtech Lab de IE Business School o el Challenge FIAP de Brasil, que acoplan lo mejor de ambos mundos. Una apuesta elevada llamada a disrumpir en el sector asegurador. 

En 2020, a pesar de la pandemia, el ecosistema emprendedor español rozó los resultados de las inversiones del año anterior. Este dato confirma que la tendencia general en cuestión de emprendimiento avanza, y en los últimos años también lo hace la conexión entre el mundo académico, los emprendedores y las grandes corporaciones.

MAPFRE participa directamente en varios programas que persiguen, según Joan Cuscó, director global de Transformación, “romper el valle de la muerte entre el mundo académico y el mundo del emprendimiento”. Este objetivo se consigue colaborando con las universidades para acercar los recursos al talento emprendedor e impulsar sus ideas hacia un escenario real. La sinergia tiene más propósitos, como aproximar la actividad de emprendimiento social insurtech en España y LATAM a países como USA, UK o Israel, punteros en el mundo.

Trabajar en esta línea de alianzas permite a MAPFRE contribuir a dar respuesta a las demandas cambiantes y nuevas necesidades de los usuarios. Y lo hace a través de las soluciones que los emprendedores proponen en sus programas que, en muchas ocasiones, están alineadas a los retos de un contexto social volátil. Por ejemplo, el cambio generacional que incluye intereses muy diferentes entre millennials con relación a la generación Z, o a las que están por venir; nuevas fórmulas de familia, laborales o económicas. También, en un viraje sobre cómo entender la salud que, actualmente, implica no solo no estar enfermo, sino contar con una buena forma física, tener una salud mental relacionada con la autorrealización, etc.

En definitiva, promover el emprendimiento insurtech es trabajar para cubrir necesidades al ritmo de las personas y la sociedad, y evitar que el sector asegurador se centre en aquellas que dejan de existir.

MAPFRE busca ser el puente entre las ideas de investigación de los estudiantes y el mercado. Para recorrer ese trayecto colabora con diferentes universidades a través de programas innovadores. Lugares que ya cuentan con el talento del ecosistema insurtech del futuro, y experiencias donde los alumnos encontrarán los recursos para hacer realidad sus proyectos.

 

IE Business School, disrupción en contenido y continente

IE Business School lleva tiempo desarrollando su Venture Lab, un programa de aceleración de startups creadas por alumnos y ex alumnos de la institución. En 2021, por primera vez y con el apoyo de MAPFRE, se ha desarrollado en paralelo el programa Insurtech Lab, centrado en la innovación dentro del sector asegurador para ofrecer a los participantes esta ventaja competitiva. Cinco equipos seleccionados entre unos doscientos candidatos (alumnos y exalumnos), diez semanas de trabajo y un reto que no se focalizó específicamente en insurtech, sino en soluciones lifesyle de productos o servicios. Una forma de adelantarse a las necesidades asociadas a los cambios de vida con un objetivo: crear soluciones que el mercado realmente quiera.

Allison Rohe, managing director del Insurtech Lab, destaca que “el apoyo de MAPFRE en el programa significa acceder a una oportunidad que sería imposible conseguir de otra forma. Da la oportunidad a alumnos y exalumnos a que exploren y aporten disrupción en el mundo asegurador. Un sector muy preparado y también muy necesitado de la disrupción”.

IE Business School es considerada la mejor escuela de negocios europea para emprendedores. De esta dilatada experiencia en emprendimiento, el equipo que dirige el programa sabe bien que uno de los fracasos recurrentes en los primeros años de una startup es la configuración de los equipos. La colaboración con MAPFRE ha propiciado innovar y centrar la selección en dos aspectos poco clásicos: buscar individuos, huyendo de un diseño de equipo por perfiles; y prescindir de perfiles con experiencia en el mundo asegurador, para contar con ‘ojos frescos’ capaces de aportar su visión del mercado.

Para Allison Rohe, “este tipo de alianzas empresa-universidad proporciona un aprendizaje realista a los estudiantes. Además, ir de la mano de una empresa puntera con profesionales alineados con el día a día del sector, es una aportación de mucho valor. Y lo más importante, los equipos del Insurtech Lab descubren un problema que existe para un mercado lo suficientemente grande desde el punto del negocio y trabajan en una solución”.

El programa se centra en buscar talento, inspirarles para que trabajen en su visión del sector y ayudarles a que consigan aportar proyectos al ecosistema insurtech. Pero, además, esa búsqueda de talento es un viaje en dos sentidos. Para el propio futuro del emprendimiento y para la universidad, que detecta qué es lo que buscan las organizaciones en cuanto a talento.

Durante las diez semanas de trabajo los equipos se apoyan en tres tipos de mentoría, la académica con el equipo de IE, diseño estratégico a cargo de Fjord y negocio asegurador de la mano de MAPFRE. 

La dinámica del programa

IE cuenta con una red de alumni de más de 50.000 personas. El Insurtech Lab está abierto a todos ellos y con la invitación a participar, se activa el funnel de captación. La selección de los equipos atraviesa varias etapas que comienzan con un primer filtro de eliminación por no tener disponibilidad de fechas o por no cumplir los requisitos básicos. 

El primer filtro real es un cuestionario y la creación de un perfil que busca un equilibrio en skills (tecnología, marketing, operaciones o tipo CEO) y que redujo los aproximadamente 200 candidatos a 60. El segundo paso consiste en dinámicas de grupo que se realizan de forma síncrona, dividiendo el grupo en equipos de 20 personas. A la tercera fase llegan unos 30 candidatos que participan en un scape room para observar cómo reaccionan al moverles entre equipos. 

De ahí salen entre 18 y 20 finalistas, que aúnan un equilibrio de perfiles, seleccionados por un jurado abierto constituido por personas de IE, MAPFRE y del ecosistema emprendedor. Según Allison Rohe, “es hacer un puzle de posibilidades. Les comunicamos que son finalistas, les pedimos que reflexionen y se comprometan, les ponemos en contacto y organizamos un taller síncrono para que ellos mismos formen los equipos”.

 

Un equipo ganador, diez semanas de trabajo, ¿y después?

Ahí empieza un nuevo reto para el proyecto ganador que accede a Insur_Space, el programa de aceleración de startups de MAPFRE Open Innovation (MOi) donde obtiene, además del premio económico de 30.000 €, las herramientas necesarias para evolucionar y salir al mercado. Una consultoría fundamentada en ayudar al equipo y dotar de robustez al proyecto: 

  • Asegurar la parte técnica para que encaje.
  • Crear una experiencia de cliente excepcional.
  • Producir todos los materiales imprescindibles para salir al mercado a buscar financiación.
  • Conectarlo con una red de inversores. 

Se trata de darles las claves para que la idea salga de un Power Point al mercado.

 

¿Cuál es el perfil de los participantes?

Una característica común entre el grupo de emprendedores jóvenes es que en sus años universitarios ya han montado su primera startup, en fórmula de autoempleo, pero que les obliga a salir al mercado a buscar financiación y les pone en contacto con el mundo empresarial. Los que deciden dar el salto y crear la siguiente ya tienen siete u ocho años de experiencia. 

Muchos de los emprendedores que participan en Venture Lab llegan con un currículum brillante, a pesar de su juventud. Con startups creadas (y a veces vendidas) previamente, que han levantado financiación; o provienen de puestos en grandes corporaciones en busca de un nuevo reto, lo que multiplica su experiencia exponencialmente y certifica que tienen capacidades y posibilidades reales de poner en marcha un negocio.

 

Giraez, el proyecto ganador del Insurtech Lab 2021

Una plataforma para que los migrantes que residen en España contraten y paguen desde aquí los servicios que sus familias necesitan en el país de origen. 

Para los migrantes, enviar dinero a sus familiares en su país de origen es muchas veces caro y poco seguro. Además de hacerse cargo de altas comisiones y costes, también les resulta complicado saber desde la distancia si la necesidad que debe cubrir ese envío ha ido a parar donde debía. A esto le añadimos la dificultad que tienen para desplazarse desde zonas rurales a las oficinas de cobro y la exposición a eventuales atracos.

Gabriela Casos de los Cobos Tapia y Alfonso Javier Valín García, los miembros del equipo ganador de la edición 2021 del Insurtech Lab, sumaron estos factores para buscar una solución sencilla y de implantación rápida.

Esa ha sido la semilla de Giraez, una plataforma que va más allá del simple envío de dinero.

 

 

Esta solución permitirá a los emigrantes colombianos que residen en España contratar y pagar desde aquí las necesidades que, habitualmente, tienen sus familiares en Colombia: alimentación, educación, medicina, etc. Además de incluir un acceso sencillo a los servicios, la plataforma les permitirá controlar los gastos mensuales que destinan a esas ayudas y contratar servicios adicionales relacionados con la protección. “Nos dimos cuenta de que las familias en los países de origen a veces están muy desprotegidas y tienen el chip de que, si pasa algo, les enviarán dinero para solucionarlo. Por ejemplo, para el migrante que vive en España puede ser viable cuidar a su familiar con un microseguro de salud por 20 euros al año, pero ese mismo importe puede ser difícil de alcanzar en el país de origen”, nos cuenta el equipo.

La facilidad de acceso al canje del servicio también es un factor clave. “Todo el mundo utiliza WhatsApp, así que la solución va directamente a su terreno ya que reciben el bono directamente en el Smartphone”. El proyecto está en fase de creación de prototipo y ha comenzado a desarrollarse con una plataforma web. Su evolución pasa por recoger todas las herramientas que el programa Insur_Space pone en sus manos para llevar a Giraez al mercado.

“Haber participado en el Insurtech Lab ha supuesto mucho para nosotros. Experiencia, aprendizaje desde el minuto uno, participar en un proceso de creación que nos ha llevado a centrarnos en las ideas adecuadas para acertar. Y ser ganadores es contar con el soporte de mentores, acceso a los contactos y partners clave para poder trabajar en el prototipo y poder validarlo lo antes posible con usuarios”.

 

FIAP Brasil, win-win entre universidad y empresa

La universidad brasileña FIAP, destacada por concentrar el mayor número de expertos en tecnología y negocios, también apuesta desde 2019 por ofrecer a sus estudiantes el programa “Challenge FIAP” para estimular el emprendimiento. Una doble iniciativa, dirigida a los alumnos de máster y de grado, donde se les desafía a que experimenten la realidad del mundo asegurador trabajando en proyectos de mejora de producto, servicios y experiencia de cliente.

Para el equipo de Innovación de MAPFRE en Brasil, “contar con la colaboración de grandes corporaciones como MAPFRE es un win-win. Ofrece la oportunidad a los jóvenes para acercarse a la empresa y, a la vez, es un intercambio de ideas frescas con la visión de los estudiantes que no conocen el detalle del sector asegurador y ponen sobre la mesa propuestas novedosas”.

 

 

Dos programas, un mismo fin

FIAP ofrece dos tipos de programas. El primero, está dirigido a los alumnos de MBA y hasta la fecha ya se han celebrado tres convocatorias. El reto que se lanza a los estudiantes es amplio y el trabajo comienza con una presentación a cargo de MAPFRE sobre ese desafío dirigida a unos 70 u 80 estudiantes que se dividen en equipos de 4 miembros.

Dos semanas más tarde se presentan las ideas que responden al reto. El equipo ejecutivo del programa valora y debate con los alumnos para que puedan perfeccionarlas y volver a exponerlas quince días después. El siguiente mes, se encargan de diseñar el prototipo del proyecto que da paso a la última fase, presentarlo con un pitch de 5 minutos. Se premia a los 3 equipos finalistas.

El segundo programa se enfoca a los alumnos de grado y, aunque la dinámica de la selección de proyectos es la misma, se trabaja con ideas menos maduras y centradas en mejorar los productos de seguros generalistas.

Para los participantes de las dos iniciativas la experiencia es más que enriquecedora. Han podido ponerse en la piel del consumidor y también en la de MAPFRE para repensar y mejorar la experiencia del usuario de seguros y trabajar en la solución de problemas.

Estas dos experiencias confirman que disrumpir en el mundo asegurador pasa por sofisticar el camino para encontrar esas fórmulas innovadoras. Diseñar nuevas alianzas que rompan los esquemas. Anclar las colaboraciones entre universidad y empresa, para estar cerca de una cantera llamada a seguir transformando el sector.