MAPFRE
Madrid 2,46 EUR 0,03 (+1,07 %)
Madrid 2,46 EUR 0,03 (+1,07 %)
CORPORATIVO | 03.01.2022

Conseguir las metas propuestas tiene un camino: la confianza en uno mismo

Thumbnail user

Las películas de Steven Spielberg han recaudado más de 10.000 millones de dólares en todo el mundo, convirtiendo al director estadounidense en el más taquillero de todos los tiempos con mucha diferencia sobre sus perseguidores. Y no es de extrañar, puesto que en su haber hay auténticas obras de arte como E.T., el extraterrestre, Tiburón, En busca del arca perdida, La lista de Schindler o Parque Jurásico por poner solo unos ejemplos.

Pues bien, Spielberg fue rechazado hasta en tres ocasiones en la Escuela de Teatro, Cine y Televisión de la Universidad Southern California. Esto podría haber supuesto un mazazo para el futuro creador de Salvar al Soldado Ryan, pero no cabe duda de que tuvo la suficiente confianza en sí mismo como para encontrar otro camino y regalar a los aficionados al cine algunas de las mejores películas de la historia.

Ejemplos como el de Steven Spielberg resultan muy ilustrativos de lo que la confianza en uno mismo puede aportar a cada individuo, tanto a nivel personal como laboral. Y a su vez hacen reflexionar acerca de cómo la inseguridad es capaz de afectar al ser humano hasta incapacitarlo cuando ha de tomar una decisión.

Falta de confianza: Cuestión de vulnerabilidad e inestabilidad

La mayor parte de los psicólogos coinciden en que las inseguridades nacen de los sentimientos de vulnerabilidad y de inestabilidad, los cuales provocan malestar, nerviosismo e incluso una ansiedad que termina por afectar a la autoestima. Y como se puede deducir, esto genera una falta de confianza que afecta al individuo en su día a día.

Por lo tanto, la confianza -o autoconfianza- se podría definir como lo contrario a las inseguridades, es decir, se trata del sentimiento de seguridad en lo que se está haciendo y en el modo en que se actúa. Y es tal su importancia que dos personas realizando la misma labor, la llevarán a cabo de una manera más eficiente y efectiva dependiendo de la confianza que tengan en que la están realizando bien. “La verdadera confianza requiere que identifiques cuál es el origen de tus inseguridades, ya que nadie como tú sabe cómo asustarte”, apunta Dafne Cataluña, fundadora del Instituto Europeo de Psicología Positiva. Esta psicóloga incide en que “tener confianza en uno mismo significa saber que, venga lo que venga, podrás con ello; tener el convencimiento de que siempre tus fortalezas volverán a ser mayores que tus dificultades”.

Reconocimiento, una necesidad vital

Ahondando en la necesidad de las personas de tener confianza en sí mismas podemos referirnos a la pirámide de Maslow, teoría en la que el psicólogo estadounidense Abraham Maslow elaboró una jerarquía de las necesidades que tiene el ser humano, desde las más básicas hasta los deseos más elevados.

Y precisamente en el cuarto escalón, justo antes de la zona más elevada correspondiente a la autorrealización, se halla la necesidad de reconocimiento. En ella, Maslow señala dos necesidades de estima: una alta, que está relacionada con el respeto a uno mismo y donde se encuentra la confianza, la competencia, la independencia y la libertad; y otra baja, donde se sitúan la necesidad de atención, el reconocimiento, la reputación, la dignidad, la fama…

Pues bien, la falta de ellas se traduce en una baja autoestima y precisamente Maslow considera que esta es necesaria para que el ser humano logre un equilibrio que aporte sentido a su vida. Esta idea entronca con la que apuntamos en estas líneas: la confianza en uno mismo es clave para lograr las metas que las personas se marcan.

Cómo lograr confianza

Tener autoconfianza no es algo que se adquiera de un día para otro. Se trata de un proceso que ha de alimentarse desde la niñez y, por lo tanto, son los padres y tutores quienes deben insuflar en los pequeños la seguridad en sí mismos. Para ello pueden aportarles las herramientas que a lo largo de su vida emplearán casi sin percatarse. De lo contrario, se caerá en una baja autoestima y aparecerán los fantasmas de las inseguridades.

No obstante, esas herramientas se pueden entrenar y tener presentes en cualquier momento de la vida. De hecho, resulta harto conveniente hacerlo porque solo con confianza se puede desarrollar todo el potencial interior que lleve al individuo a lograr las metas que se propone. Y eso no solo sucede en el terreno personal, sino que también es aplicable al laboral, es decir, a la carrera profesional, ya que, a fin de cuentas, está ligada a nuestras existencias.

Claves para mejorar la confianza en uno mismo

Así pues, si se desea mejorar la autoconfianza y trabajar en ello, algunas de las recomendaciones que los colegios de psicólogos aportan son las siguientes:

No hay que compararse con los demás. Las cualidades de cada persona son únicas porque no hay dos seres humanos iguales, de modo que comparar los logros conseguidos con los de los demás solo puede provocar un sentimiento de negatividad, dado que el individuo tiende a fijarse en los que más brillan.

Recordar éxitos pasados. Cualquiera tendrá en su haber triunfos ya vividos de los que salió victorioso. Así pues, si en aquella ocasión se superaron los obstáculos, ¿por qué no en lo que ha de venir?

Aceptar los fracasos y aprender de ellos. Otro de los signos inequívocos de autoconfianza es ser conscientes de los errores y los fracasos, aceptarlos y aprender de esa experiencia. Si no se consigue dar ese paso, la autoestima terminará por desaparecer y cualquier decisión que se tome estará sembrada de dudas. Asimismo, en el momento de aprender, también hay que fijarse en los demás, concretamente en los mejores, en quienes brillan en una u otra disciplina, puesto que pueden servir de inspiración. Y claro está, eso no quiere decir que se peque de debilidad, sino todo lo contrario.

Realizar cambios y no estar parados. No cabe duda de que si hay algo que se ha de variar para mejorar la situación personal y si se debe trabajar en mejorar la confianza, hay que tomar las riendas y llevar a cabo cambios. Si una persona se queda parada y no evoluciona; si no toma decisiones y no se encamina hacia sus metas, perderá confianza en sí misma y entrará en un bucle de negatividad.

Cuidarse. Un punto esencial para ganar confianza en uno mismo pasa por emplear tiempo en el cuidado personal, en dedicar tiempo a lo que se necesita para estar bien. Si no se ha conseguido esa base (como apuntaba Maslow), el edificio puede desmoronarse y perder la autoconfianza ganada. Y relacionada con la exigencia de tiempo para uno mismo se encuentra la preparación para lograr las metas marcadas. Dicha preparación habrá de sustentarse en la identificación de los talentos y las habilidades.

En definitiva, la confianza en uno mismo -o autoconfianza- es uno de los pilares sobre los que construir el camino hacia las metas personales, pero dicho pilar debe estar bien afianzado mediante un trabajo constante por parte de cada persona.