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FINANZAS | 21.04.2021

Superliga: Lecturas del terremoto en el fútbol europeo desde la perspectiva del inversor

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Luis García Álvarez, CFA

Gestor en MAPFRE AM

El anuncio de la creación de la nueva Superliga europea ha sacudido los cimientos del fútbol europeo, generando gran volatilidad en los precios de las acciones de algunos de los clubes que cotizan en bolsa. Finalmente, los últimos acontecimientos parecen apuntar a que la revolución no se producirá, al menos en este momento y bajo este formato. Pero, más allá de la locura informativa vivida en los últimos días, ¿qué conclusiones podemos sacar sobre la situación del fútbol europeo desde el punto de vista de la inversión?

Lo que sí parece indicar la situación vivida es que, como venimos anticipando desde hace tiempo, está comenzando a llegar un creciente interés inversor al fútbol europeo. El MAPFRE AM Behavioral Fund, nuestro fondo que integra conceptos de la psicología para intentar tomar decisiones de inversión más racionales, mantiene desde hace tiempo una posición en tres clubes de fútbol cotizados: Olympique de Lyon, Ajax de Amsterdam y Borussia Dortmund. Estos tres clubes suponen actualmente un 10% del total de nuestro fondo. En nuestra opinión, en el fútbol europeo el ruido de corto plazo ha alejado a muchos inversores de la interesante transformación por la que está pasando el sector.

El anuncio de la intención de crear la Superliga a inicios de semana, por su parte, puso el foco de atención en otros clubes cotizados que no forman parte de nuestra cartera, como la Juventus y el Manchester United, pero que sí estaban dentro de la lista de fundadores de la nueva competición. El motivo de este optimismo inversor es que el formato propuesto contaba con tres características principales que, inicialmente, podían agradar a los mercados financieros.

Primero, la Superliga traía consigo ingresos mayores para estos clubes. De hecho, mucho mayores. Se hablaba de que los premios por participar podrían ser entre 3 y 4 veces superiores a los de la actual Champions League. El fútbol, como Disney o Netflix, es una actividad económica basada en la generación de contenido y, como tal, de alto apalancamiento operativo. Mayores ingresos tendrían un efecto aún mayor en los márgenes y eso repercutiría positivamente en las valoraciones. Es la historia que ya hemos visto en los últimos diez años en el deporte americano.

Segundo, estos ingresos serían además mucho más estables. Los clubes ya no tendrían que poner en riesgo su participación en la máxima competición europea cada año, sino que la tendrían asegurada. A los inversores les encanta la estabilidad, por la que están dispuestos a pagar más, y huyen de la incertidumbre. Sin embargo, éste ha sido el punto que más polémica ha provocado entre los aficionados, que parece que han señalizado que prefieren mantener el sistema de méritos deportivos del deporte europeo.

En tercer lugar quedaba un aspecto que había pasado más desapercibido pero que, en nuestra opinión, resultaba especialmente interesante. Se trataba del modelo de control financiero hacia el que parece que se dirigía la Superliga, con un tope máximo salarial para los jugadores equivalente al 55% de los ingresos totales de los equipos. Con esto, los márgenes operativos de los clubes quedarían muy protegidos y sería más factible que, como sucede ya en España, la gran mayoría de equipos generaran beneficios económicos con recurrencia.

Mayores ingresos, más estables, y con márgenes operativos protegidos forman una combinación atractiva, que disparó el interés de los inversores y provocó las subidas en bolsa de Juventus o Manchester United. Tras las últimas noticias, sin embargo, las cotizaciones de las acciones de estos equipos han caído bruscamente, volviendo a los niveles previos al anuncio. Esto refuerza nuestra convicción de que, en el momento actual, tiene más sentido invertir en fútbol europeo a través de clubes como el Borussia Dortmund, el Ajax de Ámsterdam o el Olympique de Lyon, bien gestionados, con balances saneados que les permiten sobrevivir a las crisis y que ya han demostrado capacidad para crear valor para sus accionistas.

En definitiva, a la espera de los siguientes capítulos en esta historia, quizás la atención provocada por el anuncio de la Superliga haya podido ser el catalizador definitivo que dirija la mirada del mercado hacia un sector hasta ahora olvidado, rechazado e incomprendido. Personalmente, me gusta explorar las historias de cambio en sectores o empresas, ya que en ocasiones conducen a descubrir excelentes oportunidades de inversión. El fútbol europeo ofrece una de las más interesantes que he encontrado a lo largo de mi carrera profesional.