Manuel Pimentel: «No existe el éxito organizacional sin impacto humano»
Promover el crecimiento de las personas para que el trabajo contribuya a dar sentido a la vida. Es el propósito de la Fundación Máshumano, entidad creada en 2002 para promover entornos laborales donde las personas puedan alcanzar el bienestar en su vida profesional y personal y, a la vez, aportar valor a la sociedad. Hablamos con Manuel Pimentel (Sevilla, 1961), vocal de su patronato.
¿Cómo describe el mercado laboral actual? ¿Cuáles son las principales demandas de la sociedad?
Nunca hubo tanto empleo como hasta ahora, a pesar de que en la actualidad hay zonas geográficas tensionadas por la falta de mano de obra. Sin embargo, seguimos con un nivel de productividad bajo al crear empleo en sectores tradicionales, como el turístico en España. El mercado continúa demandando perfiles con una preparación académica sólida y valora positivamente competencias y habilidades, como la actitud del trabajador. Además, las personas buscan, cada vez más, que el trabajo dé sentido a su vida y es importante tener esto en cuenta, porque no existe el éxito organizacional sin impacto humano.
¿A qué retos nos enfrentamos?
Destacaría algunos, como el envejecimiento poblacional y el desajuste entre la oferta y la demanda, que conllevarán una falta de talento joven para cubrir determinados puestos en sectores como la industria, la logística y la agricultura, entre otros. También, la creciente digitalización y el crecimiento exponencial de otras economías, como la china o la india, que están propulsando una competencia regresiva en mercados europeos. Esta pérdida de competitividad global va a impulsar una reconfiguración del entorno laboral, que va a ir cambiando de forma acelerada en los próximos años.
¿Qué significa que el trabajo contribuya a dar sentido a la vida? ¿Qué iniciativas impulsan?
Significa que el trabajo no es solo un medio de producción, sino un motor de transformación: puede ser un espacio en el que las personas desarrollen su faceta más personal y donde, a través de un liderazgo humanista, se estimule el talento y un clima de bienestar, que derivará en mayor compromiso y productividad. Por eso desde la fundación acompañamos a las organizaciones en el diseño de entornos donde el crecimiento humano y el valor organizacional se refuercen mutuamente. Y para ello fomentamos buenas prácticas en ámbitos como la digitalización, la diversidad y la inclusión para contribuir así al crecimiento y al bienestar profesional y personal de sus equipos.
¿Qué impacto cree que tiene apostar por la diversidad generacional?
Cultivar la colaboración entre jóvenes y seniors es importante. El primer grupo aporta agilidad para adaptarse a una nueva realidad social gracias a su dominio por la tecnología, mientras que los sénior contribuyen con su experiencia, conocimiento y habilidades de liderazgo. Esta combinación es clave porque permite a los jóvenes aprender conocimientos técnicos y valores fundamentales al mismo tiempo que impulsa a los sénior estar actualizados y ser más competitivos.
¿Cuáles son las principales barreras que afrontan las personas con discapacidad? ¿Cómo pueden las empresas mejorar sus prácticas en este sentido?
Estamos siendo testigos de un cambio sustancial en torno a los valores de la diversidad e inclusión, ya que se han roto muchos tabúes y prejuicios sobre el talento de las personas con discapacidad. A través de la inclusión sociolaboral de las mismas, entidades comprometidas, como MAPFRE, trabajan por generar riqueza ética y humana y avanzar en el cierre de brechas de desigualdad. No se trata solo de cubrir un puesto de trabajo, sino de desarrollar talento, por lo que una gestión inteligente de las personas no debe tener en cuenta su característica funcional, sino sus habilidades y fortalezas. A pesar de este salto cualitativo, todavía quedan muchos avances por realizar como sociedad para alcanzar la plena inclusión.
¿Qué se puede hacer para garantizar la igualdad de oportunidades?
Vivimos en una sociedad diversa y por ello la diversidad tiene que estar muy presente en los valores de la compañía. A nivel normativo ha habido avances determinantes para garantizar mayor igualdad en materia de género, pero sigue siendo necesario trabajar en lo cotidiano, en los sesgos, los hábitos y las costumbres, tanto en el ámbito familiar como en el profesional. Creo que hay mucho trabajo pendiente en lo personal, por ejemplo, en el reparto equitativo de las tareas domésticas y de la crianza. La esfera familiar y el trabajo son ámbitos que se deben complementar para alcanzar la plena igualdad.
¿Cómo influye la creciente preocupación por la sostenibilidad en las organizaciones?
El valor de sostenibilidad es positivo y creciente y todo lo que hagamos en este sentido es una inversión hacia un futuro más equilibrado y responsable, que beneficia tanto a las generaciones presentes como a las futuras. Las organizaciones que no integren los valores medioambientales, sociales y de buena gobernanza se enfrentan a una serie de consecuencias, tanto a nivel económico como reputacional. Los aspectos sostenibles no deben perseguirse únicamente por un requerimiento legal, sino que deben tomarse como una convicción personal para garantizar la continuidad del sistema y promover una mayor competitividad de las empresas.
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