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ECONOMÍA | 09.05.2025

MAPFRE Economics prevé que el crecimiento de EE.UU. se reduzca al 1,9% este año: te explicamos por qué

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Las últimas decisiones en materia de comercio del presidente estadounidense Donald Trump han provocado una revisión a la baja del crecimiento global para este año del 3,1 % previo al 2,7 % actual y un aumento de la inflación hasta el 3,4%, según las últimas previsiones publicadas por MAPFRE Economics en su informe ‘Panorama Económico y Sectorial 2025: Actualización de previsiones hacia el segundo trimestre’.

Estados Unidos se lleva la peor parte: se estiman unos efectos más intensos en Estados Unidos, con una desaceleración más pronunciada y mayores presiones de precios que obstaculizarán previsiblemente la actuación de la Reserva Federal (Fed). Así, el Servicio de Estudios de MAPFRE estima una caída del crecimiento para 2025 de seis décimas, pasando del 2,5 % previsto hace tres meses al 1,9 %, en tanto que para 2026, se estima una mejora del PIB del 1,8 % este año frente al 2 % esperado previamente.

MAPFRE Economics destaca que su escenario base actual se encuentra en esta edición de su informe mucho más determinado por las tensiones geopolíticas, las rigideces por el lado de la oferta y el potencial tensionamiento de las primas por plazo que aleje las perspectivas de equilibrio de la inflación a corto y medio plazo, por lo que los bancos centrales seguirían una senda con menos bajadas de tipos de interés. “Esta combinación drenaría en torno a dos puntos porcentuales del crecimiento global a dos años vista”, destaca el Servicio de Estudios en el informe.

Pese a esa rebaja en la previsión de crecimiento, el Servicio de Estudios mantiene una visión menos pesimista sobre la economía estadounidense, en comparación con lo que anticipan otros analistas. “Creemos que buena parte de las medidas anunciadas se pueden ir sustituyendo por acuerdos que reviertan algunos de los aranceles, normalizando los niveles de incertidumbre actuales y tamizando el impacto final. Además, y tal como se extrae de la últimas de cifras de PIB relativas al primer trimestre, el consumo y la inversión se han mantenido en niveles más positivos de lo que se preveía”, señala Eduardo García Castro, economista experto de MAPFRE Economics.

De hecho, García Castro explica que la caída en las previsiones se debe a un deterioro del comercio neto y por un menor gasto del gobierno. La primera variable contiene el atípico efecto anticipado de las importaciones ante el temor por los aranceles, factor que podría revertirse y normalizarse si prosperan las negociaciones. La segunda variable sería el gasto público, que ha sido en parte compensada por el avance del sector privado, donde una menor incertidumbre “repercutiría positivamente en la confianza de consumidores y empresas”.

MAPFRE Economics destaca en este contexto que tanto la actividad económica como los precios se encuentran expuestos a una serie de efectos contrapuestos sobre la oferta y la demanda, por lo que se requiere una definición política final para determinar cuál de los impactos será el predominante. La inflación se situará este año en Estados Unidos en el 3%, una décima más de lo previsto en la edición previa del informe, y el que viene se quedaría igual en el 2,6 %. Ante un escenario estresado, la subida de los precios para este año se situaría en el 3,4 % y para el que viene, en el 2,8 %.

“Aunque la inflación se ha revisado al alza, esta ha sido menor de lo que uno hubiera imaginado inicialmente, ya que es el neteo de una inflación internacional, no uniforme. Los países que incorporen aranceles visibles tenderán a ver sus inflaciones acelerándose (EE.UU., por ejemplo), pero en nuestro escenario otros países pueden retomar la senda de desinflación, no tanto debido a una debilidad de la demanda, sino a factores relacionados con la oferta. Por ejemplo, las restricciones en Estados Unidos pueden redireccionar sus esfuerzos hacia productos que se encuentren bajo el exceso de capacidad instalada de países que ahora enfrentan aranceles”, destaca el Servicio de Estudios en el informe.

¿Podría ser peor?

MAPFRE Economics siempre tiene en cuenta dos escenarios en su informe ‘Panorama Económico y Sectorial 2025’: el base, que es el que tiene más posibilidades de cumplirse, y el estresado, que es menos probable. MAPFRE Economics sitúa su previsión de crecimiento para el país en el 1,4 % para este año y del 0,6 % para el que viene en esta previsión alternativa, en comparación con el 2,5 % y el 2,2 %, respectivamente, prevista en la edición anterior del informe. Pese a esta reducción del crecimiento, el Servicio de Estudios de MAPFRE no prevé una recesión para este año ni para el que viene, ni siquiera en el escenario más estresado.

“La transición de un escenario a otro sigue delimitada por la evolución de las tensiones comerciales, y en concreto, por la posible activación de medidas de represalia y contra aranceles, lo que provocaría una carga más pesada para exportadores, importadores y consumidores”, señala García Castro, que añade que esto diezmaría gran parte del crecimiento global esperado, aunque en su opinión, sigue siendo necesaria la irrupción de factores críticos adicionales para pasar de un escenario de bajo crecimiento a uno recesivo.

Divisas: ¿está en revisión la hegemonía del dólar?

Las decisiones de Trump en política comercial han tenido también un impacto en la divisa estadounidense. Desde el 2 de abril, el dólar se ha debilitado con fuerza: antes del anuncio de aranceles cotizaba a 1,08 dólares por euro, mientras que el 21 de abril alcanzó los 1,15 dólares.

El dólar se ha considerado hasta ahora como divisa de reserva global, anclado históricamente a la credibilidad institucional, la profundidad financiera y el dominio comercial de Estados Unidos. “Durante décadas, su estatus ha permitido a Estados Unidos emitir deuda en su propia moneda, ejercer un alto grado de autonomía monetaria e influir de forma decisiva en los mercados internacionales. No obstante, en el contexto actual, marcado por el deterioro fiscal de EE. UU., la rivalidad geopolítica y el rediseño de las cadenas de valor globales, emergen señales que apuntan a un proceso de erosión de dicha hegemonía”, destaca MAPFRE Economics en un artículo reciente.

García Castro añade que, hasta el momento, los movimientos de divisas de las últimas semanas se corresponden con un “cierto drenaje de las salidas de capital que se han producido en EE.UU.”. “Se pueden interpretar más como un recordatorio de que ciertas divisas como el euro, el franco suizo o el yen japonés siguen ocupando un lugar importante en el comercio global, pero no tanto como una amenaza real para el papel del dólar como moneda de reserva. Sin embargo, los movimientos sí exponen correctamente una serie de desequilibrios en EEUU que deberían abordarse en el futuro”, concluye.