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ECONOMÍA| 07.01.2021

“La mejor herramienta para los inversores han sido los bancos centrales y el buen asesoramiento financiero”

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Ismael García Puente, gestor de inversiones en MAPFRE Inversión, ha sido destacado entre los principales selectores de fondos de Europa menores de 40 años por la revista Citywire. Este joven talento prefiere hablar de equipo que de sí mismo, rezuma optimismo y esfuerzo y, parafraseando a Richard Grinol -profesor de la Universidad de Berkeley- atribuye el éxito en su profesión a la habilidad y al abanico de oportunidades que se aprovechan.

A su juicio, la excelencia en el asesoramiento que MAPFRE ofrece a sus clientes, en el contexto que sea, es el mejor acicate para seguir creciendo. Entiende la vida como una carrera de resistencia, practica la prudencia y sonríe al futuro en un año difícil. Despide 2020, reconocido entre los mejores, aferrándose a valores refugio: trabajo, disciplina y paciencia.

(P): ¿Qué supone estar entre los mejores selectores de fondos menores de 40 años, según Citywire?
R.: Satisfacción, por dos motivos. El primero, porque no te lo esperas: no participas en ningún ranking, concurso o liga a nivel europeo. El reconocimiento llega porque el trabajo está teniendo cierta repercusión entre otros colegas del sector, o simplemente porque se habla bien de ti dentro de la industria, así que me siento enormemente orgulloso de estar en esta clasificación. Pero el motivo que más me reconforta es que el trabajo está siendo reconocido y resaltado entre otros grandes profesionales de los que tengo mucho que aprender.

Pregunta (P.): ¿Cómo ha sido tu trayectoria hasta llegar hasta aquí? ¿Qué consejos darías a otros jóvenes sobre cultivar el talento y el desarrollo de la carrera profesional?
Respuesta: Incluso antes de entrar en la universidad, tenía claro que quería dedicarme a las inversiones. Siempre me atrajo. Esto es algo que se tiene o no se tiene dentro. Poco a poco vas posicionándote dentro del mercado laboral: mejorando con formación, esforzándote para dejar un buen trabajo y es el camino que hay, porque nadie llega de la universidad al mejor puesto laboral al día siguiente. Durante ese tiempo de trabajo, formación, posicionamiento, establecimiento de relaciones, siempre surgen momentos de dudas en los que empiezas a replantearte muchas cosas; como por ejemplo, si todo el esfuerzo está mereciendo la pena. Lo que queda al final es tener paciencia y saber aprovechar las oportunidades. La verdad es que no son muchas las que brinda el sector, por lo que hay que estar muy preparados para cuando llegue ese momento. Si me pidieran un consejo, ya sea para este sector o cualquier otro, yo diría que la mejor inversión es tener paciencia, disciplina, trabajo y curiosidad. Esto última se resalta poco, pero ser curioso te lleva a buscar puntos de vista diferentes, diferenciarte del resto, además de tener una capacidad de análisis o búsqueda de información adicional que a menudo sirve de mucho.

(P): ¿Cómo ves el futuro de la gestión de fondos? ¿Qué filosofías y recomendaciones serán tendencia?
R.: Como en otras muchas industrias, la gestión de fondos está viviendo tiempos difíciles. La explosión de la gestión pasiva está provocando una dura batalla en el campo de los costes. Estamos viendo una lucha por abaratar las comisiones que cobran las gestoras de fondos por gestionar el dinero y, dado que los márgenes están bajando, se está intentando ganar en volumen; es decir, está habiendo una ola de fusiones y adquisiciones de compañías con el objetivo de ganar en eficiencia de costes. A mi juicio, creo que no es lo óptimo, puesto que si la industria ha sobresalido es por su búsqueda inherente de la excelencia. Me da un poco de miedo que esta búsqueda de mejorar márgenes bajando precios nos lleve a una peor calidad de la gestión. En cualquier caso, esta “selección natural” en la que solo sobrevivirán los mejores quizá fuera algo que venía marcado desde hace años y simplemente haya tardado en llegar y se esté desarrollando ahora. Esa es la visión que tengo de la gestión de fondos. ¿Tendencias? Se está hablando mucho de esto ahora, pero creo que viene de antes y que la mega tendencia es la Inversión Socialmente Responsable (ISR). Ése es el sendero que seguirá durante muchos años y creo que quien no se suba al barco de la ISR es posible que naufrague en los próximos años. MAPFRE ha conseguido para dos de sus fondos el sello francés que les atribuye como fondos socialmente responsables auténticos y es la primera gestora española en conseguirlo, lo cual dice mucho de lo bien que estamos haciendo las cosas. Para nuestra gestora de fondos vaticino un futuro esperanzador.

(P): 2020 ha sido un año lleno de desafíos -pandemia, elecciones en EE.UU., búsqueda de vacunas e impacto en los mercados, por citar solo algunos. ¿Qué te inspira confianza en medio de la incertidumbre?
R.: Decía hace poco que esperar lo inimaginable es un sinsentido: no se puede esperar lo que ni siquiera habíamos imaginado. Es cierto que no es la primera pandemia a la que se enfrenta el mundo, pero sí la más globalizada y ha provocado la pérdida de muchas vidas. Es cierto que confiábamos en la llegada de vacunas efectivas y los científicos nos han sorprendido en el desarrollo de varias de ellas mucho antes de lo previsto. En este año tan difícil, el inversor, se ha adherido a la confianza de los bancos centrales. Ellos han sido los que han mantenido viva la esperanza y han hecho resurgir a unos mercados que estaban muy hundidos en el mes de marzo, por lo tanto, la mejor herramienta de la que disponemos, tanto pequeños como grandes ahorradores, han sido los bancos centrales. En cualquier caso, una herramienta más cercana y accesible para todos ellos es siempre contar con un buen asesor financiero que ayude en ese momento en el que la cartera está en números rojos y en el que prácticamente no confía en nadie. Ahí es cuando el buen asesoramiento financiero, el que mezcla aspectos técnicos de mercados junto con el conocimiento de cómo educar al cerebro del inversor, funciona porque las finanzas y las emociones son conceptos que van de la mano. Creo que esa es la gran confianza que nos debe inspirar en un año difícil y, en general, en cualquier momento: contar con un profesional te ayuda en la toma de decisiones, educando la parte emocional que todo inversor tiene que desarrollar a lo largo de su vida para tomar el camino adecuado cuando no hay mucho espacio para la confianza.

 

“Ser curioso te lleva a buscar puntos de vista diferentes, diferenciarte del resto, además de tener una capacidad de análisis o búsqueda de información adicional que, a menudo, sirve de mucho.”

(P.): En clave más personal, ¿qué hace un profesional como tú para salir de su zona de confort?
R.: Yo soy un bicho raro que vive más tiempo fuera de la zona de confort que dentro de ella. Cuanto más desconozco algo, más me atrae. Por eso incluyo la curiosidad entre las mejores prácticas. Hace tiempo oí a una persona decir que, cuando conocía a alguien, dedicaba todo su esfuerzo a escucharla atentamente y aprender lo máximo de esa otra persona porque siempre que conoces a alguien nuevo, esa persona sabe algo que tú no sabes. Es mi lema desde hace años. Es importante tener la confianza de poder salir de situaciones complicadas, a eso me aferro; por ello intentamos hacer entre todos un mundo mejor para las futuras generaciones y es algo muy ligado a la inversión socialmente responsable, que pone su granito de arena en este sentido.

(P): ¿Cómo transmitir esa realidad de un mundo mejor y esa estabilidad a los jóvenes, que se enfrentan a tanta incertidumbre, dificultades para acceder a un empleo, al ahorro, etc.?
Es difícil, pero como he dicho hay que tener confianza. Evidentemente los jóvenes se enfrentan a una situación mucho más complicada que hace 10 o 15 años. La parte positiva es que estamos viviendo un gran cambio y va a haber nuevas formas de trabajo y colaboración. Vivimos en un mundo en el que, al otro lado del teléfono o de la pantalla, tenemos a cualquiera para compartir conocimiento y aprovechar todas las oportunidades de las redes sociales -bien entendidas-. Hay que tener esperanza: el mundo se reinventa, mejora, no confiábamos en tener las vacunas antes de fin de año y han llegado… Yo le diría a los más jóvenes que tengan paciencia y alimenten ese deseo de convertirse en grandes profesionales… Y que aprovechen las oportunidades, que llegarán. De hecho, ellos tienen la oportunidad de generar oportunidades que no teníamos hasta ahora. Les animo a levantar el ánimo, a no venirse abajo, a tener paciencia, trabajo, disciplina y creatividad, que tanta falta nos hace para construir un mundo mejor.

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