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SOSTENIBILIDAD | 30.04.2025

Las alianzas, combustible del futuro sostenible

Rafael Hernández

Rafael Hernández

 

Para avanzar en el camino hacia el desarrollo sostenible, las alianzas se han convertido en un pilar fundamental. La colaboración entre empresas, gobiernos y sociedad civil permite generar soluciones innovadoras, optimizar recursos y amplificar el impacto social y ambiental.

Cuando hablamos de sostenibilidad, pocas cosas son tan poderosas, y tan necesarias, como la colaboración. Los desafíos globales requieren respuestas colectivas, por eso las alianzas entre distintos actores se han convertido en una estrategia esencial para garantizar un futuro sostenible. En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos por las Naciones Unidas en 2015, el ODS 17, «Alianzas para lograr los objetivos», subraya la necesidad de colaboración entre gobiernos, empresas y sociedad civil, situando la Agenda 2030 en el centro de las políticas y actuaciones de todos ellos.

En MAPFRE hemos establecido alianzas que refuerzan el crecimiento económico, ambiental y de bienestar social.

El valor de las alianzas radica en la posibilidad de unir fuerzas, compartir conocimientos y optimizar recursos para generar soluciones efectivas y duraderas. Una encuesta desarrollada por Pacto Mundial de la ONU revela que el 78% de las empresas que apoyan los ODS lo hacen a través de alianzas. Por eso, la colaboración entre organizaciones es clave para abordar problemas que no entienden de fronteras, como el cambio climático, la escasez de recursos o la desigualdad social. Según Jaap Boonstra y Marcos Eguiguren, en su libro Alianzas Estratégicas Que Crean Valor, «las alianzas impulsadas por un propósito son especiales en el sentido de que se centran en contribuir a una sociedad mejor. Estas se basan en valores y principios claros que orientan la alianza en una determinada dirección y guían a los miembros en sus actividades de colaboración». Esta visión ha sido la base sobre la que, desde MAPFRE, tejemos una red de alianzas estratégicas que nos permite maximizar nuestro impacto y reforzar nuestro compromiso con un desarrollo verdaderamente sostenible.

La colaboración como motor del cambio

Sabemos que una alianza es una relación basada en la confianza y en la voluntad de crear valor para todos. Así lo reflejamos en nuestro Plan estratégico 2024-2026, que establece objetivos concretos de descarbonización de nuestras inversiones, impulso a las energías renovables y promoción de la inclusión social y financiera. Este plan es inseparable de las alianzas que lo sustentan ya que la cooperación entre administraciones públicas, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales permite una mayor eficacia en la implementación de medidas. Gracias a las sinergias con organismos multilaterales, redes empresariales y espacios de diálogo internacional, hemos sido capaces de integrar la sostenibilidad en cada capa de nuestra actividad, desde la estrategia corporativa hasta la toma diaria de decisiones. Participamos activamente en foros clave como el Global Compact de Naciones Unidas, la Alianza Net Zero Asset Owner (NZAOA) o la Climate Disclosure Project (CDP), donde compartimos conocimientos, trazamos hojas de ruta comunes y nos comprometemos a objetivos concretos de descarbonización y responsabilidad social. También formamos parte de la Red Mundial de Empresas y Discapacidad de la OIT (GBDN) o de la Iniciativa Financiera del programa ambiental de Naciones Unidas (UNEPFI), entre otros, que nos permite no solo compartir buenas prácticas, sino también impulsar iniciativas que mejoren la inclusión financiera, promuevan la igualdad de género o la equidad laboral en contextos especialmente vulnerables.

Con su capacidad de innovación, recursos financieros y alcance global, las compañías somos actores clave en la promoción de la sostenibilidad.

De acuerdo con la Agenda 2030, superar los desafíos que dificultan el cumplimiento de los ODS requiere movilizar e intercambiar conocimientos, especialización, tecnología y recursos financieros a través de alianzas estratégicas, donde el sector privado juega un papel fundamental. De hecho, el 53 % de los líderes de esta organización considera a las empresas como el socio «más importante» para la implementación de los ODS, destacando su capacidad de innovación, sus recursos y su alcance para impulsar soluciones tanto a nivel local como global. Pero esa capacidad solo alcanza su verdadero potencial cuando se pone al servicio de un propósito compartido, guiado por principios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) y articulado a través de alianzas estratégicas.

Un compromiso colectivo

Desde el impulso de inversiones responsables hasta la integración de criterios de sostenibilidad en la toma de decisiones, las alianzas estratégicas son una prueba de que el sector privado puede ser un agente de cambio positivo. Según el informe Better Business, Better World de la Comisión de Negocios y Desarrollo Sostenible, los modelos de negocios sostenibles podrían abrir oportunidades económicas por al menos 12 billones de dólares y generar hasta 380 millones de empleos al año para 2030. Pero más allá del impacto económico, las alianzas estratégicas también tienen efectos directos sobre la calidad de vida de las personas. Para las administraciones públicas, estas colaboraciones permiten optimizar el uso de los recursos, mejorar la eficacia de las políticas públicas y fomentar la participación de la sociedad en la toma de decisiones. Para la ciudadanía, la existencia de acuerdos y sinergias entre distintos actores facilita el acceso a mejores servicios y oportunidades, además de garantizar una mayor transparencia y rendición de cuentas en los proyectos de desarrollo sostenible. En última instancia, una red de alianzas sólida y bien estructurada puede acelerar el cumplimiento de los ODS y generar un cambio real en la forma en que las sociedades enfrentan los retos del futuro, porque si algo hemos aprendido en estos años es que el cambio real no empieza desde lo individual sino desde la colaboración.

ALIANZAS

Nuestro compromiso con la protección del medio ambiente se materializa en diferentes acciones. En 2030 nos hemos comprometido a ser neutros en carbono en todos los países donde tenemos presencia y para ello estamos realizando diferentes acciones.  Acciones que se materializan en objetivos a través de una política de sostenibilidad y del Plan de Sostenibilidad 2022-2024.

Nuestro Plan de Sostenibilidad 2022-2024 pone el foco en aquellos retos globales a los que, desde nuestra actividad, podemos contribuir de manera equilibrada en tres dimensiones: ambiental, social y de gobernanza. La sostenibilidad es estratégica para nosotros porque cada pilar de nuestro plan nos permite seguir avanzando en nuestro propósito: cuidar de lo que te importa.

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