Nunca hubo un mejor momento para la bicicleta

¿Que por qué vengo en bicicleta al trabajo? Creo que el principal motivo es porque creo que es una excelente manera de moverse: limpia, sostenible y de gran ayuda para hacer algo de ejercicio, aunque no sea todo lo necesario. El segundo, porque la bicicleta, al tener una masa muchísimo menor que un automóvil, supone un riesgo mucho menor para el resto de usuarios vulnerables (peatones, otros ciclistas, etc). También porque creo que hay que dar ejemplo, y la integridad significa hacer lo que se dice. Ah, por cierto, el día que menos tardé en venir al trabajo lo hice en bicicleta.

¿Que qué cambiaría o mejoraría a la hora de usar la bici? Sin lugar a dudas, el comportamiento de aquellos usuarios motorizados que, a menudo impacientes por llegar antes al siguiente semáforo en rojo o que se creen con más derecho que otros a usar el espacio de todos, no respetan a los ciclistas. Y un mayor número de carriles bici, aunque en esto también estamos mejorando de modo sustancial.

La apuesta por la bicicleta de Fundación MAPFRE es clara, siempre lo ha sido. A nuestros tradicionales talleres de circulación segura en bicicleta les sumaremos este próximo curso escolar 23-24 una deslumbrante nueva caravana de movilidad segura, sana y sostenible basada en este vehículo de dos ruedas. Con el Ayuntamiento de Madrid estamos apoyando talleres de uso y mantenimiento de bicicletas en colegios de la capital. En breve lanzaremos nuestros nuevos módulos de formación online para trabajadores y trabajadoras en donde se incluye un módulo específico para ciclistas y otro general en donde se fomenta su uso. Estamos colaborando en el primer estudio, CycleRAP, que va a comparar a nivel internacional la seguridad de distintos tipos de “carriles bici” y hemos estado impulsando a lo largo del año pasado los primeros números de la nueva revista Andar en bici.

Y, por supuesto, seguimos insistiendo en el uso imprescindible de las prendas de alta visibilidad y, sobre todo, del casco de ciclistas, impasibles ante los que nos acusan de, con ello, querer meter miedo y disuadir del uso de la bicicleta. Por cierto, la Dirección General de Tráfico acaba de dar a conocer las primeras estimaciones a nivel nacional del uso del caso en España las cuales, en mi opinión, son esperanzadoras y alentadoras para los activistas de la protección frente a lesiones craneales y cerebrales: un 90% en carreteras convencionales, siendo el valor más alto de todos los países europeos con datos disponibles, y del 33% en vías urbanas, un valor comparativamente intermedio (en el caso de Barcelona, en 2022 el RACC constató un 47% de uso en dicha ciudad).

Más carriles bici en nuestras ciudades, más empatía entre los usuarios de las vías, una estrategia estatal por la bicicleta, ayudas de hasta el 50% del coste de adquisición de bicicletas eléctricas ofrecidas por Comunidades Autónomas y ayuntamientos, posibilidad de elegir entre bici convencional o eléctrica… creo que podemos decir que nunca ha habido un momento tan propicio para la bicicleta. Es cuestión de aprovecharlo en nuestro día a día, o en los días en los que podamos y, especialmente, el 3 de junio proclamado por la misma Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas como el Día Mundial de la Bicicleta.

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