ECONOMÍA| 04.04.2022
El valor de la inversión española en Latinoamérica
Son muchos los lazos que nos unen a latinoamericanos y españoles. Nuestros países comparten vínculos culturales y sociales, pero también, y fruto en buena medida de ellos, en el terreno económico. España es el segundo mayor inversor en la región, con empresas como MAPFRE que llevan al otro lado del Atlántico su experiencia en sectores fundamentales de la economía, generando empleo de calidad y contribuyendo al desarrollo socioeconómico.
La inversión española en Latinoamérica alcanza en la actualidad unos 150.000 millones de euros. Aproximadamente la mitad de ellos corresponden a México, y otros 45.000 millones, a Brasil. Les siguen como principales destinos de inversión Chile y Argentina, con Perú también como un destino importante y Colombia con una tendencia al alza. Destaca asimismo el lugar de Uruguay, un país que, por su reducido tamaño, no presenta unas cifras absolutas tan elevadas, pero con profundos lazos con las empresas españolas, en ámbitos como el de las energías renovables que le han hecho ser líder en la región.
Las compañías redoblarán su apuesta por América Latina
Como sucedió en tantos otros sectores, la pandemia frenó en los últimos dos años las inversiones de las multinacionales españolas. Pero ahora, el 77% de las compañías españolas prevé aumentar sus inversiones en el subcontinente este mismo año, un dato incluso mayor que el que se venía registrando antes de la irrupción del Covid-19. Es la principal conclusión del XIV Panorama de Inversión Española en Iberoamérica, elaborado por Casa de América y IE University, en colaboración con Llorente y Cuenca e Iberia. La explicación de profesionales y economistas es que, una vez pasados los peores momentos sanitarios y económicos, la apuesta española por Latinoamérica se ve redoblada.
Y es que el modelo de las empresas con sede en España pero que amplían su actividad a Latinoamérica se caracteriza por la permanencia y visión a largo plazo. Es el caso de MAPFRE, que inició su proceso de internacionalización en Colombia, en 1984, y ya está presente en 17 países de la región. Es un crecimiento que también ha llegado más recientemente a otros continentes, hasta llegar a formar la multinacional que es MAPFRE hoy en día, pero con un marcado acento iberoamericano. El 35 % de la actividad de MAPFRE tiene lugar en América Latina.
Otro rasgo principal de las compañías españolas que miran hacia Latinoamérica es su función de nexo entre esta región y el resto del mundo, especialmente Europa. Un buen número de las empresas extranjeras que llegan al subcontinente lo hacen de la mano de sus pares españolas, ya que ven en sus estructuras ya establecidas y sobre todo en las conexiones económicas y culturales entre nuestros países la oportunidad de entrar en América Latina.
Oportunidades para los latinoamericanos
¿Cómo influye este acercamiento por parte de las empresas españolas?
“Uno de los mayores retos a los que se enfrenta América Latina es la informalidad. En muchos de sus países cerca de la mitad de las personas que trabajan lo hacen sin un contrato legal y en peores condiciones. En este contexto, compañías como MAPFRE son generadoras de empleo de calidad, lo que permite a miles y miles de latinoamericanos encontrar un horizonte laboral y personal con el que poder realizarse”, afirma Jesús Martínez Castellanos, CEO LATAM de MAPFRE. Además, en un mundo en el que cobran cada vez más relevancia la innovación y la digitalización, compañías como MAPFRE llevan a la región avances en estos campos que comparten con los profesionales latinoamericanos y enriquecen su economía.
Uno de los aspectos más reseñables del informe sobre la inversión española es que, tras encuestar a directivos de más de un centenar de compañías presentes en Latinoamérica, la mano de obra cualificada es un factor cada vez más decisivo a la hora de dar el salto y establecerse en la zona. Un tercio de las empresas ya piensan que es una de las principales ventajas competitivas que ofrece la región.
La encuesta ofrece otros datos interesantes acerca de la visión de los directivos españoles. Las mejores ciudades para establecer la base de las operaciones centrales son Ciudad de México, Miami, Ciudad de Panamá y Santiago de Chile. La más atractiva sigue siendo año tras año la capital del país en el que más empresas operan, y en el segundo puesto se sitúa una ciudad muy latinoamericana pero que no está situada en el subcontinente, y que los directivos españoles puntúan muy alto en todos los aspectos. Más allá de lo profesional, son especialmente valoradas la seguridad y la calidad de vida familiar de Ciudad de Panamá y de Santiago. Con respecto al ocio, destacan Ciudad de México y Buenos Aires.
El sector asegurador, fundamental para la economía en Latinoamérica
MAPFRE es la compañía líder de seguros generales en América Latina. El sector asegurador, como resalta Jesús Martínez Castellanos, “hace una contribución fundamental a las economías nacionales”. Por ejemplo, es el primer inversor institucional, sosteniendo la deuda pública de los Estados, una actividad en la que MAPFRE destaca por su perfil de inversiones a largo plazo. También es uno de los mejores aliados para reducir el gasto público, al cubrir los gastos que generan las catástrofes naturales, en una región donde son más frecuentes, o los gastos derivados de los accidentes de tráfico, como los sanitarios.
América Latina tiene importantes necesidades de aseguramiento. En muchos países continúan sin asegurar más del 50 % de los vehículos, el 90% de los hogares ubicados en zonas de catástrofes habituales o más del 90 % de las empresas (un aspecto que es clave para la supervivencia de muchas pymes). Es un escenario lleno de desafíos pero que abre grandes posibilidades de desarrollo para el sector asegurador, y hace que MAPFRE vea con optimismo el futuro en la región, con previsiones de crecimiento en los próximos años.
La aportación de las empresas españolas en Latinoamérica no se ciñe solamente al ámbito económico, también desempeñan un papel social muy relevante. En una región especialmente golpeada por el Covid-19, muchas empresas han intensificado esta vertiente de su labor, como ha hecho Fundación MAPFRE, que ha contribuido desde la irrupción de la pandemia con más de 35 millones de dólares en ayudas que han llegado a 1,1 millones de latinoamericanos.
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