Cumplimiento de la legislación medioambiental y
energética que es de aplicación a su actividad, así
como otros compromisos adquiridos de forma
voluntaria, y adopción de medidas para la mejora
continua de su comportamiento en este ámbito a
través del desarrollo de un Sistema Integrado de
Gestión Medioambiental y Energética, que fija
objetivos periódicos cuyo cumplimiento se verifica
mediante el desarrollo de auditorías.
Utilización de forma racional de los recursos,
minimizando los consumos de agua, papel y energía,
reduciendo la generación de residuos y emisiones, y
favoreciendo el reciclado, a través de la
implantación de buenas prácticas medioambientales y
de ahorro y eficiencia energética; y búsqueda de
soluciones tecnológicas eco-eficientes para los
edificios, que permitan un óptimo desempeño
energético.
Empleo de los medios necesarios para asegurar que
esta Política Medioambiental y Energética sea
conocida por todos los empleados y esté a
disposición del público, e información periódica de
los progresos logrados en su gestión medioambiental
y energética.